martes, 30 de junio de 2009

De las ausencias...


"Caen lágrimas de la Luna y tiemblo al ver el papel empapado en sangre..."


He leído un post que me ha provocado un llanto desolador, el por qué? no lo sé, solo sé que conforme lo leía las lágrimas mojaron poco a poco mis manos...


Otra vez, es la voz del silencio, ese vacío enorme que retumba en los agigantados escondites de mi alma. Sin embargo, no se de que me extraño no es la primera vez que me pasa, no sé qué voy a hacer mañana, cuando amanezca y no encuentre su voz. Sus caricias casi siempre nocturnas y mis besos gastados. Sé, como tantas otras veces, que un día el recuerdo va a ser dulce y apacible, casi inofensivo. Pero siempre va a tener este lado, el de la culpa. Lo he perdido. Pero no es como esa vez en la que perder fue un juego y el amor una trampa. Esta vez, perdí yo, con mis sueños, mis sonrisas y mi manera de no querer, querer. Sé que soy una ilusa y que me tengo que dar por culo porque los seres si cambiamos y también porque se que la distancia cruelmente ha sido a causa mía. Más su ausencia fue mayor y su regreso, no me trajo su presencia. Y sin embargo, yo ya perdí. Porque no está y aunque corra y llegue, no va a estar su sonrisa esperandome. Porque no está a su alcance, porque no puede socorrerme. Y porque tristemente yo tampoco puedo socorrerlo. Porque no hacen falta tiempos, ni promesas, ni abrazos de consuelo ni palabras tontas: no me alcanza el amor... otra vez...


Sólo quiero decirle a ese diablo de ojos verdes, que lo espero al otro lado de su nube negra. Cuando el verano derrita su cuerpo vacío, cuando el frío lo queme por dentro. Lo espero con las luces de ayer, en los amaneceres del mañana. Y procuraré que sea en el presente haciendo a un lado aquel pasado que ya fue y no volverá a ser jamás, no podermos aferrarnos a los recuerdos, al menos yo ya no puedo, Más de algo puede estar seguro, yo lo esperare al otro lado de la vida, cuando ya no exista nada. Lo espero, en el viento, en el frío, en el calor, en el miedo, en los espejos, en el insomnio y en el sueño, en la euforia y en la calma, pero sobre todo en la alegría.

Supongome que paso lo que debía pasar, mi ausencia fue lo de menos ahora mi presencia es la que esta de más...

1 comentario:

Epicuro dijo...

Nadie está de más, creo. Sólo es la falta de sintonía que, como al regresar a un radio viejo, con la acción del tiempo se ha desintonizado. Tal vez aquel post que leyo no era para usted y no estaría mal preguntarle a la/elñ autor* qué quería decir. No creo que nadie quiera sacarla de su vida, porque desterrarla es perder un continente; con ríos, bosques y cuadernos a medio llenar. Le mando un abrazo y un beso.