lunes, 23 de septiembre de 2013

De mis soledades voy... de mis soledades vengo...


Hablar del amor. De lo jodidamente difícil que es el amor... o de lo jodidamente difícil que es que me dure la pareja en cuestión...

Que lejano quedó el tiempo en que creía que encontrar a alguien compatible era tarea fácil. Encontrar con quien liarme nunca ha sido tarea difícil, lo que me cuesta trabajo es que me amen como yo los amo... llevo 10 meses, sin novio, sin pareja, ni cualquier sinónimo de relación estable, (las parejas sexuales no cuentan, esas solo son para calmar los furores  ja!!), parece mucho tiempo y lo más seguro es que lo sea, aunque la ausencia de un cómplice para la vida cotidiana, no me ha resultado tan traumático... aunque pareciera que me quejo...

Hoy siento que la soledad está subestimada. Cuando visualizo la de veces en que me sentí al borde de perder la cordura ante la mínima sospecha de que una relación iba camino a la taza del baño o esos  momentos en que malgasté energías frente a un teléfono que no sonaba, o esos instantes en que puse pausa a mi vida para colocarme en el umbral de la espera de una señal de un otro que no quería dármela ( o no podía, o no debía, o...), ahí es donde me dejo caer plácidamente en el bienestar que me provoca estar sola...

Ahora SOLA, si así en mayúsculas... SOLA, me adueño de mis horas y las reparto entre las cosas que me hacen feliz sin rendir cuentas a nadie.
SOLA voy y vengo sin llevar activo un GPS para que puedan localizarme y reclamarme que regrese.
SOLA atiendo el teléfono cuando quiero. Me visto como quiero, como si tengo hambre, duermo si tengo sueño y cojo cuando tengo ganas... Aunque todo esto lo hago con o sin pareja jaja!!!


Claro que tampoco me engaño...  Me gustaría que alguien se recostara sobre mis rodillas a mirar televisión, que me leyera un poema  de Girondo o pudiésemos dar  un paseo por una calle desierta, tomados de la mano donde nada pudiera distraernos
Pero esos "de vez en cuando"  han sido pocos estos 10 meses. Supongo que se volvieron más aislados desde la última vez que pensé que era capaz de enamorarme otra vez... Sospecho, entonces, que esta serenidad de hoy se la debo al mismo que me hizo mierda el corazón hace 10 meses, aunque aún no sea capaz de agradecerle sus silencios.
Confirmo, entonces, que esta soledad de uno es mucho mejor que esa soledad de a dos a la que me hubiera sometido involuntariamente si me hubiésemos continuado jugando a la fidelidad, si te hubiera visto, si nos hubiéramos mirado a los ojos, si ...

Hablo de amor, de ese amor que me cuesta tanto. De ese amor que estoy cansada de mendigar y que hoy quiero merecer...
También hablo del  miedo que me paraliza frente a la posibilidad de que algo bueno me suceda, de que la felicidad me explote en las manos como una granada, de que un otro quiera pensarme bien, quererme bien, cuidarme bien... Si la mula no era arisca...

Mientras eso no llegue, y las caricias me esquiven, y las noches de a dos las postergo para algún otro momento, digo en voz alta, entusiasmada, que esto de estar conmigo y a salvo de tus promesas incumplidas...es una bendición divina...
p.d. tengo que aprender que el que con niños se acuesta...  ajajaja!!!