miércoles, 13 de noviembre de 2013

16 años...

Cuanto tiempo ha transcurrido, y ha sido una verdadera delicia verte crecer y evolucionar... estoy tan orgullosa de ti... Solo que irremediablemente el tiempo pasa y esa hermosa muñequita se esta convirtiendo en una hermosa mujercita, a la que para ver tengo que mirar para arriba y a la que dentro de poco habrá que comprarle los zapatos por metro ja!!
 
Sabes mi amor, todas las mujeres atravesamos varias etapas de metamorfosis, todas estas etapas nos modifican, nos reinventan, nos ayudan a extender el limite de nuestras expectativas y nos ajustan a nuestra escala de certezas.
 
Cada fase te representará una nueva pregunta y una nueva búsqueda, y te darás cuenta que te cuestionaras distintas cosas a los 15 que a los 16, o a los 20, 30, 40, o 50 años, pero siempre rondará una interrogante que es persistente al transcurrir de los años y esa es: ¿Qué quiero ahora?...
 
Complicada la pregunta, más no es tan compleja la respuesta, esa duda se instalará y germinará en tu interior, palpitará, sí, sentirás sus latidos, hasta que cobre una entidad, y de pronto te sacuda una mañana cualquiera, frente a tu gigantesca taza de café con leche...
 
Y es entonces que llegarás a entender, a fuerza de ensayo y error, cual es el motor de tu vida...
 
Monita cara de chita, las mujeres siempre estamos al borde de nuestra propia frontera y en un constante proceso de mudanza interior.
 
Así que...
Se autosuficiente y apasionada...
Rebuscada y a ratos simple...
Despojada y con ganas de aventura...
Diva de calendario, intelectual llena de libros y dudas, pero también date tiempo para volar...
Se revolucionada y revolucionaria...
 
Se una MUJER fuerte y no pidas permiso para correr detrás de tus convicciones y tus sueños, aunque eso pudiese alejarte de mi...
 
Así que ponte de pie y recibe estos 16 con colores nuevos...
Traza los planes tentativos en amarillo, los que no resisten modificaciones en azul, los que resumen todas tus esperanzas en verde y sigue...
 
Recuerda el rojo para los amores, que te prestarán los 10 dedos para acariciar una promesa, y  te darán esa gran dicha del abrazo, primer beso y todos sus discípulos y esa grandiosa sensación de amar desde el talón hasta los huesos, el gran susto de una diminuta ausencia, el reencuentro, el hallazgo, el coqueteo, la conquista y el deseo, no lo olvides mi amor todo esto va de color ROJO....
 
El color violeta para los amigos y el café que arregla el mundo en una taza, el color naranja para que dibujes el sol que te traiga al recuerdo una playa en el invierno...
El color negro para que subrayes lo impostergable... El color blanco para que tengas un espacio para la sorpresa y el asombro...
 
Así que arma un collar con el confeti de tu cabello, y lo que resta sacúdelo hasta que caigan los mejores recuerdos de tu vida y te dejen una enorme sonrisa en el rostro.
 
Ponle un toque de sabor a todos los días a partir de hoy y trata de prolongarlo para el estreno del día de mañana... que la consigna de tu vida sea DISFRUTAR, VIVIR a PLENO e ir en busca de todo aquello que el tiempo transformara en grandes recuerdos...
 
TE AMO retebien mucho FELICES 16!!!! 

 
BESOS ABRAZOSY APAPACHOS...!!!
 

lunes, 23 de septiembre de 2013

De mis soledades voy... de mis soledades vengo...


Hablar del amor. De lo jodidamente difícil que es el amor... o de lo jodidamente difícil que es que me dure la pareja en cuestión...

Que lejano quedó el tiempo en que creía que encontrar a alguien compatible era tarea fácil. Encontrar con quien liarme nunca ha sido tarea difícil, lo que me cuesta trabajo es que me amen como yo los amo... llevo 10 meses, sin novio, sin pareja, ni cualquier sinónimo de relación estable, (las parejas sexuales no cuentan, esas solo son para calmar los furores  ja!!), parece mucho tiempo y lo más seguro es que lo sea, aunque la ausencia de un cómplice para la vida cotidiana, no me ha resultado tan traumático... aunque pareciera que me quejo...

Hoy siento que la soledad está subestimada. Cuando visualizo la de veces en que me sentí al borde de perder la cordura ante la mínima sospecha de que una relación iba camino a la taza del baño o esos  momentos en que malgasté energías frente a un teléfono que no sonaba, o esos instantes en que puse pausa a mi vida para colocarme en el umbral de la espera de una señal de un otro que no quería dármela ( o no podía, o no debía, o...), ahí es donde me dejo caer plácidamente en el bienestar que me provoca estar sola...

Ahora SOLA, si así en mayúsculas... SOLA, me adueño de mis horas y las reparto entre las cosas que me hacen feliz sin rendir cuentas a nadie.
SOLA voy y vengo sin llevar activo un GPS para que puedan localizarme y reclamarme que regrese.
SOLA atiendo el teléfono cuando quiero. Me visto como quiero, como si tengo hambre, duermo si tengo sueño y cojo cuando tengo ganas... Aunque todo esto lo hago con o sin pareja jaja!!!


Claro que tampoco me engaño...  Me gustaría que alguien se recostara sobre mis rodillas a mirar televisión, que me leyera un poema  de Girondo o pudiésemos dar  un paseo por una calle desierta, tomados de la mano donde nada pudiera distraernos
Pero esos "de vez en cuando"  han sido pocos estos 10 meses. Supongo que se volvieron más aislados desde la última vez que pensé que era capaz de enamorarme otra vez... Sospecho, entonces, que esta serenidad de hoy se la debo al mismo que me hizo mierda el corazón hace 10 meses, aunque aún no sea capaz de agradecerle sus silencios.
Confirmo, entonces, que esta soledad de uno es mucho mejor que esa soledad de a dos a la que me hubiera sometido involuntariamente si me hubiésemos continuado jugando a la fidelidad, si te hubiera visto, si nos hubiéramos mirado a los ojos, si ...

Hablo de amor, de ese amor que me cuesta tanto. De ese amor que estoy cansada de mendigar y que hoy quiero merecer...
También hablo del  miedo que me paraliza frente a la posibilidad de que algo bueno me suceda, de que la felicidad me explote en las manos como una granada, de que un otro quiera pensarme bien, quererme bien, cuidarme bien... Si la mula no era arisca...

Mientras eso no llegue, y las caricias me esquiven, y las noches de a dos las postergo para algún otro momento, digo en voz alta, entusiasmada, que esto de estar conmigo y a salvo de tus promesas incumplidas...es una bendición divina...
p.d. tengo que aprender que el que con niños se acuesta...  ajajaja!!!

miércoles, 3 de julio de 2013

Del temor natural a olvidar...


La memoria puede ser un don y quizá la mayoría de las veces la memoria puede ser una maldición. Cualquiera de las dos perspectivas es correcta y hay igual cantidad de argumentos para validar una y otra. Depende de lo que se quiera recordar. Depende de lo que se quiera olvidar. Sea como sea allí están los recuerdos, las escenas, los datos, los nombres, las fechas, los acontecimientos, las lágrimas y las risas… Ahí está nuestro rostro, que nos mira desde un tiempo diferente, con ojos que son los nuestros aunque ya no nos pertenezcan; el pálpito irrevocable del pasado.
 
A que viene esto...
Por aquello de que en mi familia se han presentado 2 casos de al Alzheimer prematuro puesto que las parientas en cuestión una tiene 40 años y la otra 44, por ese pequeño incidente y tomando en cuenta que una de las cosas que más me atemoriza es la demencia o el olvido y esa cuestión genética hace que mi mayor temor se pudiese hacer realidad… mierda!!! Hace algún tiempo antes de saber que en mi familia se estaban volviendo olvidadizos llegue a comentar que no me gustaría llegar a vieja y mucho menos perder la memoria o padecer Alzheimer, porque llegado el momento de pretender matarme pues se me olvidaría, por lo mismo ando paranoica no quiero olvidar y  he estado haciendo ejercicios para la memoria. Escribo cinco palabras antes de acostarme a dormir y procuro recordarlas luego de la noche de sueño. El truco está en dejar la mente vagar sin ton ni son hasta alcanzar un punto en el que aparece la primera palabra fuera de contexto. Entonces se escribe esa y mientras se trazan las letras se piensa la siguiente; es sorprendente la facilidad con la que las cuatro restantes se enganchan. Lamentablemente conmigo no funciona dicho ejercicio… jajaja

La mañana siguiente no recuerdo más que dos de las cinco ese es mi record, hay veces en que no recuerdo ninguna y eso me sienta fatal, sobre todo porque me dice mi medico que trabajar de noche no me ayuda mucho No me siento particularmente orgullosa de ello, en realidad porque no tengo manera de saber si eso es recordar muchas o recordar pocas. Tampoco importa, en realidad; se trata sólo de un juego contra mí. Un ajedrez en el que juego con negras y blancas y procuro no perder. Aunque tampoco gano… lo del ajedrez suena bien más en realidad nunca aprendí a jugarlo bien jaja
y de pronto me ataca una sensación de no preocuparme por lo que olvido quizá no sea tan malo y pienso en Funes, el memorioso; ese personaje de Borges que todo lo recuerda. Me apiado mucho de él. Debe ser horrible no poder olvidar nada. Hay cosas que uno no quiere recordar, lo terrible, lo realmente terrible, uno quisiera olvidarlo. El olor de quien ya no está, el olor a sal de las lágrimas en abundancia, algunos nombres, algunas bocas, algunos pasajes de mi vida  quisiera borrarlos, quizás ingenuamente, después de todo eso también me  forjó. Eso no debería olvidarlo jamás, que estoy aquí, que tengo todo el mundo por delante, que ha habido muchos que no lo lograron, que hya tantas cosas al alcance de mi mano, solo escuestión de estirar un poco el brazo, eso intento tenerlo presente todo el tiempo, me gusta tener buena memoria. Hay cosas que me gusta recordar a la perfección: un concierto de campanas, una cena, una tarde mirando el mediterráneo, un beso a 3, el final de cierto libro... Y sobre todo, la sonrisa de mi hermosa sabina, sus ojos grandes y su cálida voz...
Supongo que dejare a un lado los ejercicios con las palabras, me dedicaré a vivir para escibir y recordar llegado el momento a través de lo escrito...
Mi recuerdo más reciente aún dormida  buscando su cuerpo tibio junto al mío un amanecer entre tu oscura piel...  luego de que anoche casi cayéramos desmayados después de hacer el amor.

Me acuerdo. Sonrío…

miércoles, 8 de mayo de 2013

Tengo un corazón que me causa serios problemas...


Tengo serios problemas con este corazón, mi corazón es de los que se estremecen con el vértigo de los amores fugaces y espiralados. Lee historias a las que siempre les falta una página y adora verme los ojos hinchados  que señalan que por allí pasó una lágrima No sabe latir de otra manera. Desconoce lo que significa pedir permiso para acariciar o para entusiasmarse. Es un maldito necio por Dios, pero me encanta que sea así...
 

Tiene un andar impulsivo y frenético que lo obliga a desoír advertencias y a no considerar las limitaciones ajenas. Será porque a pesar de su ímpetu, con sus propios defectos ya tiene bastante...

Es de los que se recuperan de una temporada en terapia intensiva y salen del hospital con renovadas ganas de volver a enfermarse.
No le interesa si es lunes, o si es tarde. Si hay ropa para lavar o si las plantas están pidiendo agua. Para él siempre es prioridad enloquecer de emoción y tener a mano los zapatos de baile.
Muchas veces sospeché que era dueña de un corazón frágil y amnésico. Otras, de un corazón cobarde.
Hoy confirmo que soy la feliz propietaria de un corazón que no escatima y que es capaz de darlo todo a cambio de esa taquicardia que  le anuncia que esta vivo de nueva cuenta...

Un corazón impulsivo y loco, siempre dispuesto a suicidarse en la asfixia de un abrazo, en la hoguera de nuevos besos o en la emoción de un (especial) encuentro  y/o reencuentro.

viernes, 3 de mayo de 2013

Después de casi 10 años...

Hace años entro en mi vida un hombre con el que literalmente no me entendia, Poli habla italiano y yo obviamente español. Fue hace exactamente 14 años. Un amor idílico cargado de la fantasia de mi perfección y su perfección por aquello de las diferentes nacionalidades, siempre alimentado por el impulso que prevalecía por sobre la razón y empañado hacia el final 4 años después,  por un desencuentro inevitable propio de las diferencias que tanto nos gustaban, las distancias, los celos y nuestra bisexualidad. 
 
Desde ese adiós cargué en el alma una valija llena de sus promesas de eternidad que fui paseando por los altibajos de la vida y escondiendo de vez en cuando bajo la cama para tratar de continuar sin equipaje.

Pero cada canción tuvo las notas de su voz y en muchas de las miradas encontré siempre el verde interminable de sus ojos. Toda relación fallida era una señal del destino. Todo Julio era un aniversario en la distancia. Todos los mares traían el olor de aquél verano.

Cada momento de pausa fue una excusa para recordarlo y cada te amo una razón para intentar olvidarlo. Pero todos los adioses lo devolvieron a la puerta de mi casa y zaz!! no me encontró, estaba comiendo con unos amigos y alguien me aviso que él habia llegado a la casa sin previo aviso para darme una sorpresa, así que me comunique al telefono 30 segundos después toda emocionada, así que el mes que estarás en mexico nos dedicaremos a celebrar 10 años de nuestra ruptura y un hermoso convivir sin ataduras... 

 Anoche, ordenando esas cajas que uno guarda sabiendo que no deben tirarse pero que tampoco deben abrirse, nuestro pasado salió del interior como un muñeco con resortes y se desparramo por el piso de mi cuarto. Cartas, fotos, cinco letras apuradas en una servilleta, dos boletos y un envoltorio de chocolate intactos a la erosión del olvido.

Tuve la opción de sonreír con un dejo de nostalgia y devolver la caja a su lugar ( y mi vida a su rumbo). pero no lo hice y me dedique a evocar todo lo vivido contigo, además traigo la oreja endulzada con aquello que después de mi nadie ha sido tan importante en tu vida y eso le eleva el ego a cualquiera y soy de las que se derriten ante un te quiero dulce eso aunado a que eres bastante mono...

 Además  tus cartas sobrevivieron a miles de mudanzas, como olvidarme de ti,  sería como tirar a la basura parte de mi vida.

¿Pero cómo saber si mi amor también sobrevivió? ¿Cómo transformar quince renglones en un diagnóstico acertado? ¿Quién traduce los puntos y las comas al idioma que erradica la ilusión y que me devuelve a mi andar cotidiano en el que convivo sin el fantasma de su nombre?

Y me preguntó por qué, si ya sabía de memoria como era esto. Si era sabido que su amor se había encarnado el mismo día que dejé de verlo, como los grandes amores, que son proporcionalmente inolvidables como lo son de imposibles y que por eso duelen y se inscriben en la historia de lo que nunca será, como si ese fuera el requisito indispensable que deben cumplir para seguir viviendo.

 Yo sabía lo que podía hacerse con el amor  merodeando por algún lugar incierto, sin noción de sus pasos ni de su rutina.

¿ Pero qué se hace con ese amor cuando se lo vuelve a encontrar?
La verdad no lo sé, y no voy a derretirme los sesos pensando... solo te voy a disfrutar y que el tiempo diga lo que quiera decir...

jueves, 2 de mayo de 2013

Adiós...


Hay una ausencia que llenaba mis mañanas... Chorreaba por la medianera de mi vida, me salpicaba con sus gotas justo sobre los párpados y me obligaba a abrir los ojos a la realidad.

Esa realidad solitaria, con sabor a domingo sin nadie que me invite a pasear.

Sin nadie que se recueste sobre mi ombligo con ganas de que le cuente quien soy.

Sin nadie dispuesto a peinar mis penas y dibujarme un corazón en el hombro con un crayón.

Sin nadie no sería tan malo. Lo malo es que hoy es sin ti.

 Ya no se como conjugar el verbo de tu presencia porque estás en mi vida y no. O porque tal vez tú estés en la mía y yo no en la tuya. Ya no más.

Porque tal vez tus ganas de amarme por siempre se desvanecieron con tu última cerveza o con la niña de pelo corto que te sonrió con algo más que una sonrisa.

Porque tal vez tu eternidad tenga la medida de lo breve y cuando dijiste que nuestro encuentro sería uno de los momentos que elegirías para que duren mucho tiempo, te referías exactamente a esto, a un diminuto plazo que solo cabe en una oración, yo no juré que te amaría para siempre, yo solo lo hago hasta un día antes del para siempre (sabio consejo de mi amado Cobayo), lo que quiere decir es que te amaré siempre porque no puedo odiarte...

Tuve que abrir el botiquín en busca de una venda y un poco de algodón para curar el agujerito que dejaste en mi ilusión. Me senté sobre el piso frío, con los pies descalzos y me di cuenta de algo que fue casi una revelación. Mi apuesta al amor sigue en pie, más allá de que mi torpe corazón siga andando a lo pendejo por la vida, llevándose por delante a los que descreen como tú. Roto, parchado  y vuelto a remendar, aún conserva intacta la capacidad de creer que puede hablar en plural. Sigue convencido de que las horas pierden la mitad de intensidad cuando no se comparten y de que el mundo es un lugar creado para abrazarse.

 Allá tú y a los otros... Postergando. Aferrado a lo fugaz. A lo que no deja huella. A lo efímero que no tendrá la capacidad de lastimarte, pero tampoco de emocionarte.

Acá yo. Sorprendida. Llena de preguntas. Desilusionada al darme cuenta que eso de contar contigo no era más que hasta dos, o hasta tres a lo sumo.
 
Apenas te fuiste sacudí mi ropa para desprenderme del rastro de tu perfume y me pinte los labios como un señuelo que atrajera a otra boca para besar que no fuera la tuya. Hice una estúpida promesa a un santo del que no recuerdo su nombre, y tome un brebaje de elaboración casera implorando que se lleve tu recuerdo...
Pero bueno desecho lo malo que supongo es tu inmadurez producto de esos hermosos 25 años... pero tus gestos los guardo. Tu voz la conservo. La sensación de haber creído que erascapaz de ser distinto la dejo sobre el buró que esta a un lado de mi cama, esa en la que dormiste por casi año y medio y nadie eso te lo juro, nadie ha dormido conmigo tantas noches, tú has sido el único... en fin... Tú, puedes hacer con mi recuerdolo que quieras. Con lo poco que sabes de mi. Con lo que no te animaste a  averiguar. Porque de haberme conocido un poco, el final no se habría dado... quedate con el recuerdo de ese millar de besos y mi pelo largo. Con mis ojos mirándote como si lo fueras todo, al menos por un tiempo...
Dos seres recortados del paisaje. Absortos en medio de la multitud.

Eso fuimos. Eso es lo que hoy viaja, sin despedirse, al cajón de los recuerdos...
ADIOS niño colombia, que tengas buena vida...

martes, 9 de abril de 2013

La vejez, la muerte, los recuerdos...

Carajo, algunas veces me odio por pensar en cosas que no debería pensar…
No sé en qué momento comencé a preocuparme por mi propia muerte.
Yo no me decidí a pensarla, fue sólo una intuición natural de mi existencia y admito que fue fuertemente influenciada por dos películas que vi recientemente, “La Demora” y “No quiero dormir sola”, después de verlas llore tanto, porque ambas hablan de temas que me atormentan, la vejez, la pérdida de memoria y el hecho de quizá no tenga quien me cuide en esas circunstancias.
Esta pequeña concesión de vida por la que atravieso no hace más que recordarme su tácito vencimiento.
Saber que algún día voy a ser vieja y a morir me exige tanta responsabilidad sobre mis actos, que me abruma.
Es casi una obligación contractual tener la habilidad suficiente como para escurrir las horas y procurar mi felicidad. Pasarle colador a lo insignificante de lo importante, evitar postergar, eliminar definitivamente los asuntos pendientes que siempre quedan en la lista.
Ser consciente de que mi muerte llegara en un momento lejano (eso espero) no me basta para aceptarla.
Su enigma, su indescifrable existencia, me angustia.
Me encabrona su poder para alejarme de las personas que amo.
Me inquieta que no exista testimonio del después.
Me preocupa la vulnerabilidad de este cuerpo que llevo como envase.
Vivo en función de saberme muerta algún día.
Una carrera contra el tiempo en cámara lenta.

Una sensación constante de no sentirme libre, como si la libertad estuviera limitada ante la no inmortalidad.
Su inevitable sentencia me perturba.
Soy inquilina de esta vida y de mis espacios.
De los abrazos que me prestaron, y aún me conceden, los que amo.
De los romances que escribieron parte de mi historia.
De una infancia de patines blancos y abuelos sentados bajo el manglar, tan lejana...

Del incondicional amor de mi mamá… y de mi papá. Y del mayor regalo que la vida me ha dado... mi hermosa Sabina de ojos grandes.

De mis letras, ahora testimonio para mi memoria. Como preparándome para cuando ya no pueda recordar…
Turista de las horas, de los paisajes, de los relojes.
Pensar mi propia muerte es tener la oportunidad de exprimir el tiempo que me regale la vida.

Y es también andar consciente de que algún día seré sólo un recuerdo.
Carajo me odio por haber pensado en ello...

jueves, 7 de febrero de 2013

Un año más...

39... Cumplir años me obliga a repasar lo vivido.
Es un pacto tácito que tenemos, la vida y yo...
El balance de los 38...
Oh por DIOS!!!!
He tenido que revolver en la harina para encontrar los caramelos...
Cavar la tierra intentando descubrir un tesoro oculto...
Buscar la llave para abrir el baúl y tratar rescatar eso que alguna vez guarde.
365 días más de vida... 366 porque fue año bisiesto...
8760 horas de pie frente al destino... no 8884 horas porque fue año bisiesto ja!!
Una cana más, una arruga nueva que se dibujó sobre mi ceño, una dermatitis que me esta volviendo loca, algunos parches sobre una herida que volvió a sangrar, un encuentro familiar, un abrazo imprescindible que llegó tarde, pero llegó.
Palabras entre amigos, silencios entre amores, fotos que viajaron a la papelera de reciclaje, rencores reseteados, recuerdos impresos en el papel de la eternidad.

Dolores atragantados, lágrimas impotentes, sonrisas renovadas, melodías nuevas, paisajes conocidos, gestos cotidianos.

Un año que se va como el tren, por la vía muerta.
y  a partir de hoy un nuevo calendario en blanco dispuesto a ser invadido por la emoción.

Ilusiones renovadas en la tradición del festejo.
Dedos cruzados detrás de la espalda para atraer  a la suerte.
Puños cerrados acaparando las promesas.
Pies descalzos en un Febrero  frio.
Y la balanza rondando el punto medio entre aciertos y desaciertos, entre encuentros y desencuentros, entre el No y el Si, entre el pasado y lo nuevo.

Una lista enmendada varias veces,
con tachaduras,  pendientesy remiendos...
en cursiva, en imprenta, en negrita.
Una lista que se hace bola
para pasar al mundo del olvido...
39 años y como si hiciera el balance de fin de año, me detengo a repasar esas cosas que me definen, que me dan identidad y que jamás usaria comocarta de presentación...
a) Soy de lágrima fácil. Puedo llorar viendo las noticias, escuchando una canción, viendo una pelicula o por una enorme desilusión, con la misma intensidad.
 b)  Soy extremadamente ansiosa. Prefiero que alguien me diga NO antes que esperar una respuesta que no llega.
 c)  Detesto el deporte. Es algo que no se inventó para mí.
 
 d)  Odio que algo me interrumpa cuando estoy concentrada. Si estoy leyendo o haciendo el aseo y suena el teléfono, puedo llegar a atender con la voz cargada de fastidio sin que nada pueda cambiar mi tono.
 
 e)  Soy  loca maniatíca de la limpieza, tanto que yo misma comienzo a odiarme.
 
 f) soy irreductible e intransigente en cuanto a los amores... soy incapaz de perdonar la deslealtad... por lo cual nos doy segundas oportunidades. y me odio también por eso.
Por supuesto que también tengo cosas buenas...
 A) Soy optimista. Sólo me permito estar mal un tiempito hasta revolcarme, para después volver a apretar el botón "on" del positivismo y volver a pensar que todo pasa, hasta lo más malo.
B)  Soy extremadamente perseverante. Cuando una idea se me mete en la cabeza pongo todos mis esfuerzos en lograrlo, aunque deba enfrentarme a millones de NO. En algún momento pienso que llegará el SI.
 C) Soy la intuición hecha persona. Si mi sexto sentido me sopla algo al oído es mejor que lo escuche porque no tiende a equivocarse. Esto me ha salvado de muchas desilusiones aunque debo reconocer que a veces mi aprecio por la otra persona me enfrenta a una pelea entre razón y percepción de la que me cuesta salir con facilidad.
D)  Trato de justificar hasta las peores actitudes de la gente. Siempre pienso que un mal comportamiento puede deberse a alguna patología psiquiatrica, a falta de raciocinio o a negligencia y que en realidad la persona no tenía intención de hacer lo que hizo o decir lo que dijo.
 Soy consciente de que mi vida lleva años de no pasar por su mejor momento. Así y todo, el otro día me descubrí pensando, mientras cocinaba, que de no haber vivido todo lo que viví hoy no tendría argumentos para escribir se que no lo hago bien pero encontre en la escritura el medio idoneo para exorcisar los fantasmas..., así que agradezco todos los momentos de miseria, angustia o decepción que me regalaron letras y sensaciones.
 
En este recuento, exprimo la memoria y reviso los detalles de mi historia. Me hago preguntas con la esperanza de hallar muchas más respuestas y confirmo muy a mi pesar de que hay cuestiones que aún siguen siendo un espacio en blanco, una hendidura, un pinche agujero en mi espíritu, que intento reparar a menudo sin conseguirlo...
Un poco de esto soy.
Más hay  mucho más que quiero ser...

lunes, 21 de enero de 2013

Goteras...

Las pérdidas han sido la piedra angular de mi vida...
Hubo afectos que partieron involuntariamente al cielo y amores que, voluntariamente, se ausentaron sin previo aviso...
Todos ellos me han ocultado del sol por un buen rato. Me impusieron una sentencia inapelable que debí aceptar masticando preguntas que nunca obtuvieron respuesta.

Las pérdidas son la gotera de mi fregadero...
Ese fastidioso repiqueteo de esa gota que cae ininterrumpidamente sobre cualquier intento de recuperación...
Un chingadazo  a mi voluntad. Un apagón sorpresivo que me recuerda esa mi incapacidad para encontrar con rapidez una salida y lo perdida que me quedo durante un  buen rato...

Cada pérdida de mi vida ha sido una experiencia traumática.
Un abandono, intencional o no, que me somete a la ardua tarea de rearmarme y que, a su vez, permanece merodeando mi existencia como un fantasma. Cada nuevo encuentro encierra la posibilidad de que ese fantasma acechara en cualquier momento. La felicidad, volátil y escurridiza, puede desaparecer en un descuido, en un sutil parpadeo.
No había, ni hay, ni habrá garantías, y reconozco que me cuesta vivir sin ellas.

Las consecuencias están a la vista: me estoy convirtiendo una mujer atrincherada, llena de miedos.
Temor a que el amor no sea suficiente y que el delgado hilo que enlaza a dos personas se deshaga.
Tengo miedo a la hemorragia de las despedidas.
Terror a que las ausencias se acuesten en mi cama... y deseen quedarse a permanencia...

A veces pienso que soy un cuerpo que aloja un alma llena de heridas o simplemente comienzo a creer que hay seres que nacemos con la tragedia y la infelicidad en la sangre...
Pequeñas aberturas que fueron calando quienes se han marchado de mi vida.
Fisuras por las que se escurren mis certezas. Hendiduras por las que lloro y, a la vez, respiro...
Ventanitas por las que asomo la cabeza al mundo, o suelto letras en forma de renglón... que mi psicoanalista leera y e dira que estoy un poco más cerca de la Locura que de la Cura...