miércoles, 8 de mayo de 2013

Tengo un corazón que me causa serios problemas...


Tengo serios problemas con este corazón, mi corazón es de los que se estremecen con el vértigo de los amores fugaces y espiralados. Lee historias a las que siempre les falta una página y adora verme los ojos hinchados  que señalan que por allí pasó una lágrima No sabe latir de otra manera. Desconoce lo que significa pedir permiso para acariciar o para entusiasmarse. Es un maldito necio por Dios, pero me encanta que sea así...
 

Tiene un andar impulsivo y frenético que lo obliga a desoír advertencias y a no considerar las limitaciones ajenas. Será porque a pesar de su ímpetu, con sus propios defectos ya tiene bastante...

Es de los que se recuperan de una temporada en terapia intensiva y salen del hospital con renovadas ganas de volver a enfermarse.
No le interesa si es lunes, o si es tarde. Si hay ropa para lavar o si las plantas están pidiendo agua. Para él siempre es prioridad enloquecer de emoción y tener a mano los zapatos de baile.
Muchas veces sospeché que era dueña de un corazón frágil y amnésico. Otras, de un corazón cobarde.
Hoy confirmo que soy la feliz propietaria de un corazón que no escatima y que es capaz de darlo todo a cambio de esa taquicardia que  le anuncia que esta vivo de nueva cuenta...

Un corazón impulsivo y loco, siempre dispuesto a suicidarse en la asfixia de un abrazo, en la hoguera de nuevos besos o en la emoción de un (especial) encuentro  y/o reencuentro.

viernes, 3 de mayo de 2013

Después de casi 10 años...

Hace años entro en mi vida un hombre con el que literalmente no me entendia, Poli habla italiano y yo obviamente español. Fue hace exactamente 14 años. Un amor idílico cargado de la fantasia de mi perfección y su perfección por aquello de las diferentes nacionalidades, siempre alimentado por el impulso que prevalecía por sobre la razón y empañado hacia el final 4 años después,  por un desencuentro inevitable propio de las diferencias que tanto nos gustaban, las distancias, los celos y nuestra bisexualidad. 
 
Desde ese adiós cargué en el alma una valija llena de sus promesas de eternidad que fui paseando por los altibajos de la vida y escondiendo de vez en cuando bajo la cama para tratar de continuar sin equipaje.

Pero cada canción tuvo las notas de su voz y en muchas de las miradas encontré siempre el verde interminable de sus ojos. Toda relación fallida era una señal del destino. Todo Julio era un aniversario en la distancia. Todos los mares traían el olor de aquél verano.

Cada momento de pausa fue una excusa para recordarlo y cada te amo una razón para intentar olvidarlo. Pero todos los adioses lo devolvieron a la puerta de mi casa y zaz!! no me encontró, estaba comiendo con unos amigos y alguien me aviso que él habia llegado a la casa sin previo aviso para darme una sorpresa, así que me comunique al telefono 30 segundos después toda emocionada, así que el mes que estarás en mexico nos dedicaremos a celebrar 10 años de nuestra ruptura y un hermoso convivir sin ataduras... 

 Anoche, ordenando esas cajas que uno guarda sabiendo que no deben tirarse pero que tampoco deben abrirse, nuestro pasado salió del interior como un muñeco con resortes y se desparramo por el piso de mi cuarto. Cartas, fotos, cinco letras apuradas en una servilleta, dos boletos y un envoltorio de chocolate intactos a la erosión del olvido.

Tuve la opción de sonreír con un dejo de nostalgia y devolver la caja a su lugar ( y mi vida a su rumbo). pero no lo hice y me dedique a evocar todo lo vivido contigo, además traigo la oreja endulzada con aquello que después de mi nadie ha sido tan importante en tu vida y eso le eleva el ego a cualquiera y soy de las que se derriten ante un te quiero dulce eso aunado a que eres bastante mono...

 Además  tus cartas sobrevivieron a miles de mudanzas, como olvidarme de ti,  sería como tirar a la basura parte de mi vida.

¿Pero cómo saber si mi amor también sobrevivió? ¿Cómo transformar quince renglones en un diagnóstico acertado? ¿Quién traduce los puntos y las comas al idioma que erradica la ilusión y que me devuelve a mi andar cotidiano en el que convivo sin el fantasma de su nombre?

Y me preguntó por qué, si ya sabía de memoria como era esto. Si era sabido que su amor se había encarnado el mismo día que dejé de verlo, como los grandes amores, que son proporcionalmente inolvidables como lo son de imposibles y que por eso duelen y se inscriben en la historia de lo que nunca será, como si ese fuera el requisito indispensable que deben cumplir para seguir viviendo.

 Yo sabía lo que podía hacerse con el amor  merodeando por algún lugar incierto, sin noción de sus pasos ni de su rutina.

¿ Pero qué se hace con ese amor cuando se lo vuelve a encontrar?
La verdad no lo sé, y no voy a derretirme los sesos pensando... solo te voy a disfrutar y que el tiempo diga lo que quiera decir...

jueves, 2 de mayo de 2013

Adiós...


Hay una ausencia que llenaba mis mañanas... Chorreaba por la medianera de mi vida, me salpicaba con sus gotas justo sobre los párpados y me obligaba a abrir los ojos a la realidad.

Esa realidad solitaria, con sabor a domingo sin nadie que me invite a pasear.

Sin nadie que se recueste sobre mi ombligo con ganas de que le cuente quien soy.

Sin nadie dispuesto a peinar mis penas y dibujarme un corazón en el hombro con un crayón.

Sin nadie no sería tan malo. Lo malo es que hoy es sin ti.

 Ya no se como conjugar el verbo de tu presencia porque estás en mi vida y no. O porque tal vez tú estés en la mía y yo no en la tuya. Ya no más.

Porque tal vez tus ganas de amarme por siempre se desvanecieron con tu última cerveza o con la niña de pelo corto que te sonrió con algo más que una sonrisa.

Porque tal vez tu eternidad tenga la medida de lo breve y cuando dijiste que nuestro encuentro sería uno de los momentos que elegirías para que duren mucho tiempo, te referías exactamente a esto, a un diminuto plazo que solo cabe en una oración, yo no juré que te amaría para siempre, yo solo lo hago hasta un día antes del para siempre (sabio consejo de mi amado Cobayo), lo que quiere decir es que te amaré siempre porque no puedo odiarte...

Tuve que abrir el botiquín en busca de una venda y un poco de algodón para curar el agujerito que dejaste en mi ilusión. Me senté sobre el piso frío, con los pies descalzos y me di cuenta de algo que fue casi una revelación. Mi apuesta al amor sigue en pie, más allá de que mi torpe corazón siga andando a lo pendejo por la vida, llevándose por delante a los que descreen como tú. Roto, parchado  y vuelto a remendar, aún conserva intacta la capacidad de creer que puede hablar en plural. Sigue convencido de que las horas pierden la mitad de intensidad cuando no se comparten y de que el mundo es un lugar creado para abrazarse.

 Allá tú y a los otros... Postergando. Aferrado a lo fugaz. A lo que no deja huella. A lo efímero que no tendrá la capacidad de lastimarte, pero tampoco de emocionarte.

Acá yo. Sorprendida. Llena de preguntas. Desilusionada al darme cuenta que eso de contar contigo no era más que hasta dos, o hasta tres a lo sumo.
 
Apenas te fuiste sacudí mi ropa para desprenderme del rastro de tu perfume y me pinte los labios como un señuelo que atrajera a otra boca para besar que no fuera la tuya. Hice una estúpida promesa a un santo del que no recuerdo su nombre, y tome un brebaje de elaboración casera implorando que se lleve tu recuerdo...
Pero bueno desecho lo malo que supongo es tu inmadurez producto de esos hermosos 25 años... pero tus gestos los guardo. Tu voz la conservo. La sensación de haber creído que erascapaz de ser distinto la dejo sobre el buró que esta a un lado de mi cama, esa en la que dormiste por casi año y medio y nadie eso te lo juro, nadie ha dormido conmigo tantas noches, tú has sido el único... en fin... Tú, puedes hacer con mi recuerdolo que quieras. Con lo poco que sabes de mi. Con lo que no te animaste a  averiguar. Porque de haberme conocido un poco, el final no se habría dado... quedate con el recuerdo de ese millar de besos y mi pelo largo. Con mis ojos mirándote como si lo fueras todo, al menos por un tiempo...
Dos seres recortados del paisaje. Absortos en medio de la multitud.

Eso fuimos. Eso es lo que hoy viaja, sin despedirse, al cajón de los recuerdos...
ADIOS niño colombia, que tengas buena vida...