lunes, 14 de julio de 2008

Cambios de geografía...




"Cuando te destierras, es como un salto al vacío... más es la única opción para tu libertad emocional..."

A veces uno tiene que descalzarse y hundir la pisada en la huida a ninguna parte... Hacer culto al silencio, vestirse con piel de fantasma y correr por los andenes de la propia ausencia... Es como, cuando iba a regalar mis juguetes a los niños pobres y bajaba la escalera cargada de bolsas, con una mezcla de ilusión-temor, así ocurre con el apego a uno mismo y a los demas amados... De manera progresiva algo se arrugó en mi y de pronto me sentí en los caballitos de chapultepec, entre aplausos y miradas complacientes... luego el paisaje bucólico, las razones reusadas, los deseos fundidos y aplazados intempestivamente fueron demasiado hasta para mi... Fué cuando mis cadenas se partieron... rompí la ligadura con la rutina, con la felicidad programada de lunes a viernes, de viernes a domingo... Probablemente aún no he labrado mi porvenir, pero asumo lo que me costará hacerlo, pues cuando regrese estaré más pobre que nunca... Por eso no hecho en falta la lástima ni los obsequios de segunda mano. Lo que yo deseo es real y aún no encuentro donde se cultiva, mas prefiero hacerlo en donde mi alma quiere estar. Por eso ya no te añoro, tú me instalaste un marcapasos, ahora prefiero dejar latir mis tristezas y vacíos por sí mismos... Cada día es un éxito, y las horas de luz son las mejores. La noche la dedico a pensar, y a dejarme regir por los recuerdos gloriosos. Ahora mi memoria ha mejorado, y no tengo la presión del éxito porque sé que no he fracasado. Nadie conoce mi historia aquí, en este lugar del exilio, pero eso no me reconforta, pues esa historia la conozco yo... Las deudas que dejé no me preocupan, porque es más lo que otros me deben... Escucho la voz de los seres que amé sobre la vida, que me dejaron legados de amor y joyas de papel, libros y textos escritos en el alma... ángeles que me esperan en cada sueño que trazo, y que dejan lágrimas de alegría fronteriza en la almohada... Ellos son los que se reúnen conmigo ahora, a los que dedico las horas de vigilia, los que me enseñan el camino de regreso a casa... mi exilio ya tiene fecha de caducidad...

1 comentario:

Cobayo dijo...

Me alegra leer que algún día volveré a estrecharla. Contaré los días en mi imaginación para que usted vuelva.