Tengo serios problemas con este corazón, mi corazón es
de los que se estremecen con el vértigo de los amores fugaces y espiralados.
Lee historias a las que siempre les falta una página y adora verme los ojos hinchados que señalan que por allí pasó una lágrima No sabe latir de otra manera.
Desconoce lo que significa pedir permiso para acariciar o para entusiasmarse. Es un maldito necio por Dios, pero me encanta que sea así...
Tiene un andar impulsivo y frenético que lo obliga a
desoír advertencias y a no considerar las limitaciones ajenas. Será porque a
pesar de su ímpetu, con sus propios defectos ya tiene bastante...
Es de los que se recuperan de una temporada en terapia
intensiva y salen del hospital con renovadas ganas de volver a enfermarse.
No le interesa si es lunes, o si es tarde. Si hay ropa para lavar o si las plantas están pidiendo agua. Para él siempre es prioridad enloquecer de emoción y tener a mano los zapatos de baile.
Muchas veces sospeché que era dueña de un corazón frágil y amnésico. Otras, de un corazón cobarde.
Hoy confirmo que soy la feliz propietaria de un
corazón que no escatima y que es capaz de darlo todo a cambio de esa taquicardia que le anuncia que esta vivo de nueva cuenta...No le interesa si es lunes, o si es tarde. Si hay ropa para lavar o si las plantas están pidiendo agua. Para él siempre es prioridad enloquecer de emoción y tener a mano los zapatos de baile.
Muchas veces sospeché que era dueña de un corazón frágil y amnésico. Otras, de un corazón cobarde.
Un corazón impulsivo y loco, siempre dispuesto a
suicidarse en la asfixia de un abrazo, en la hoguera de nuevos besos o en la
emoción de un (especial) encuentro y/o reencuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario