sábado, 29 de diciembre de 2012

Silencios...

Silencios…
Reconozco que en tu nombre vi reflejado otros tantos, y que hasta en algunos momentos no supe bien como llamarte. Quizá en mi ansiedad aplasté el reloj, sin interpretar los tiempos.
Te conté todo lo que había para contar y más. Me contuve de decirte algunas cosas y que me refugié en el silencio, sosteniendo una pequeña intriga que de a ratos me asfixiaba.
Sé que mil veces abrí la puerta para buscarte y al andar dos pasos me volví, muerta de miedo. Que algunas noches te sonreí en sueños, y que algunas tardes te llamé en voz bien alta para que me escucharas.
Hoy quiero rebelarme ante las reglas del juego, decirte que este enredo me fastidia, me oprime, me paraliza.Que no puedo evitar la rabia, el enojo y el fastidio, porque pretendo, sí , pretendo una señal que tarda en llegar, que se pierde en el domingo, que me roba las certezas.
Que detesto este desencuentro que parece inevitable, y que me cuesta asimilar este silencio. Te extraño...

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