Quiero que cada noche tu mente viva en un desierto en donde te lamentes el no poder amar, que por cada hora que cruce frente a tus ojos, te conviertas en el rey de la más humillante desesperación.... Hasta que finalmente el sueño te muerda los párpados y que luego despiertes sólo para saborear el ceborreico hedor de tus sábanas. Quiero que sientas envidia y rabia de la brisa cálida que alguna vez te ha acariciado los labios, quiero que llores lástima de ti mismo, que sientas asco de lo que han matado en ti y has matado en otros y que por tus mejillas no corra más que pena. Quiero que tu destrozado corazón corra desesperado tratando de escapar del desprecio que te muerde los pies, quiero que sientas culpas ajenas y que soportes pisoteos sin cara, que recibas escupitajos en los sentimientos y que debas comerte tu maldita existencia a mordiscos. Quiero que tus gritos de dolor sean la unica melodía que puedas escuchar, quiero que día a día claves cristales en los brazos y que mientras te desvaneces en agonía, sientas en tu cuello el tibio y melancólico aliento de la muerte. Quiero que este mundo enfermo sea tu hogar, que convivas con el engaño y las promesas inconclusas, quiero que seas mártir de la venganza de otros y que los sueños en los que imaginas tu muerte sean los más felices que puedas tener. Quiero que vendas tu alma por un beso que nunca recibirás, que rayes cuadernos y te quemes los dedos al tratar de olvidar, quiero teñir rojo sangre tu cuerpo y que la calma de tus pestañas sea el mar en donde finalmente te ahogues. Quiero que tu vida sea sinónimo de sufrimiento y que nunca, pero nunca... olvides que alguna vez te ame...
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