jueves, 6 de enero de 2011

2010-2011...






Se fué el 2010.
En mi caso, pase gran parte de este casi agonizando después de haber estado más tiempo bajo los efectos de los sedantes que lúcida.
Ha hecho bien en irse. Que bueno que no me dijo adios ni hizo el más mínimo intento de quedarse.
Su estadía me generó más complicaciones que complacencias.
De las cosas buenas que tenía pensado regalarme, sólo se limitó a hacer insinuaciones. Y salvo por dos grandes noticias y algunos encuentros, reencuentros y amores... se robó más de la cuenta.
Impunemente me abofeteó en más de una ocasión. Me hizo pedir clemencia, arrodillada sobre el tapete de la desdicha, sin que se inmutara. Me puso la soga al cuello hasta ponerme morada. Y sé que espero que me rindiera, que lo deseó, que anheló verme vencida y casi se muere del coraje de que a pesar de de... y por encima de... pude amar y ser amada... hasta que se dió por vencido cuando lo insulté con el último de mis alientos.



Fue un año difícil.
Irrespetuosamente díficil y jodido, lo termine con las rodillas machucadas de tanto caer, sacando fuerza de las piedras y de mis lágrimas...
Pero hay revancha. En todo lo hay...
El desquite lo trae el año que ya bajo del tren, y que hoy con solo 6 días transcurridos... casi 40° de temperatura por una neumonía mal cuidada, ha comenzado por regalarme la hermosa sonrisa de mi niña, un abrazo de mi padre, el inmenso amor de ese esos hombres que han jurado amarme incluso cuando me odien... este año que viene en busca de un alojamiento espacioso, con un enorme armario en donde poder colgar los honores y regalías que me tiene preparado.
Si cumple con su promesa, en su equipaje habrá menos deudas, menos dudas y más certezas, más acercamientos que promesas, mucho más bienestar que miseria.
Traerá la bendición de sentirme libre desde la raíz hasta la queja.
La sensación de plenitud que me permita disfrutar el baile en el perímetro de un cuadro.


Los abrazos.
La emoción anudada a la altura del estómago. Por las mariposas provocadas, de esos seres que ha entrado en mi corazón, y que aunque 5 es mucha gente para amar se que tengo la vida amorosa que deseo y la tengo porque no merezco menos...
Los momentos que pediré que se conviertan en eternos.
Las caras de siempre y las nuevas.
Los silencios que acrediten las verdades que me calle.
Las musas comiendo miel sobre mi cama.
Las amigas. Los amigos.
La familia. Los amigos y amigas que son familia.
La esencia. Las presencias.
Los amores creciendo de a poco pero no de a ratos.
Los espacios para mí.
El llanto para el final de las películas que cuenten algo sobre la vida, pero no el llanto para mi vida.
La memoria y el recuerdo como una noble manera de revivir a los que se fueron.
El cuerpo sin nuevas cicatrices.
El alma con hambre de esplendor.
La mente con ganas de inventar.
La pasión comiendo de mi mano.
Y un avioncito de papel con tres motores que me lleven de paseo por el calendario sin temor a caer.
Un año sin miedo. Eso quiero. Un año sin miedo!!!!
Para todos los que están en mi corazón, en mis pensamientos y en mis recuerdos, va el deseo de que el 2011 les dé la revacha que merecen...


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